viernes, 13 de noviembre de 2009

-Mi Diario de Ideas-

13 Nov.

Ayer en la noche Juan y yo caminábamos por el centro. Cuan mas cerca estábamos de la plancha, íbamos confirmando que había un evento. No sabíamos de que tipo. Sin duda, no era una marcha del SME porque había un ambiente festivo, los niños apresuraban a sus padres y estaban ansiosos. Grupitos de adolescentes, familias enteras, parejas, amigos. Todos caminábamos en dirección a la plancha. Nosotros por accidente. Ellos con toda la intención. Al llegar a la plancha había tres pantallas gigantes y unas lamparas que expulsaban unas luces azules monumentales que corrían hacía el cielo y en su camino construían una especie de castillo que nos cubría y nos hacía sentir como dentro de una fortaleza.
La pantalla central, que estaba junto a la bandera que corona la plancha del zócalo, en letras blancas anunciaba el inicio de México en el corazón a las 9 en punto. Faltaban 15 minutos. Esperamos mientras intentábamos colarnos a un mejor lugar. Pero ¿cómo saber cuál era un mejor lugar para presenciar un espectáculo del que no sabíamos nada? ni si quiera donde se iba a proyectar. ¿en el cielo? ¿en las pantallas gigantes?
El reloj de la Catedral anunció las 9 en punto. Los chiflidos huyeron en la oscuridad total que cubría como un manto al primer cuadrante de la Ciudad de México. Silencio. Oscuridad. Un tronido seguido de un silencio espectante. Poommm. Frente a Palacio Nacional nace un rostro verde, como de jade. Como de aire, como de agua... como de luz. Una música mexicana, la gente se para en puntas. Los niños a los hombros de sus padres, miran enmudecidos algo que su vocabulario todavía no puede explicar. Unos ojos dilatados y la boca abierta es la mejor manera de explicarlo.
La cabeza de jade, es absorbida por la nada y de la misma fuente nacen otras figuras, indígenas, rostros mexicanos, todos nacen y mueren y no alcanzan una forma material, sólo aire, sólo luz. Una visión... espectral.
Silencio. Unas luces que no se sabe de donde vienen, iluminan el palacio nacional. Parece que toda esa piedra se convierte en una figura sólo hecha de luz, sientes que si la tocas tu mano traspasaría el espectro luminoso. Los contornos y todas las lineas que lo forman se iluminan. Ahora parece un monitor. Cielito de mis pesares, a todos dilés que sí pero no les digas cuando... el audio de la canción rodea toda la plaza. pero no les digas cuaaanddooodoo. Todos se miran. No saben si es parte del show o el audio está fallando, pero no les di g gaa ggg g aa sss cuuuuuuuuuuuuuuuuuu pommm. Palacio se convierte en una mica de luz. En un espejo de agua. Y de pronto una gota cae y el espejo de agua la recibe y se distorsiona. Palacio ya no es de piedra ahora es de agua, y como el liquido se tambalea. Se mueve. Una ola lo distorsiona. Arriba a lado. Ya no es de piedra, es de agua.
Y a partir de ese momento Palacio se transforma, se llena de hiedras, se vuelve tridimensional, se llena de mariposas monarcas, de flores de mil colores, se vuelve parte de un video juego, le nacen letras: México. Lo cruza un ferrocarril y todos lo que estuvimos ahí, jamas lo veremos como antes. Algunas veces lo veremos lleno de flores o hecho de una paleta de colores como si fuera una pintura pop art, pero ya jamas será de piedra...
Atl Mendarte

2 comentarios:

Artdr3amer dijo...

Hermano!, que chido que pudiste ver el show, yo no he podido verlo aun, pero se ve que esta increible, lo que me sorprende es que tu no supieras de el!, espero poder verlo aun.

Te quiero!

Atl Mendarte dijo...

Apenas leí tu msj hermano, después mucho después de nuestro intento fallido por verlo, aun así la experiencia del centro contigo no le pide nada al show. TQM