El viernes Juan y yo fuimos a Marra y a las cantinas del centro. Hace mucho que no iba y se me antojaba mucho el plan. Marra está cada día más imposible, creo que ya no me quedaron ganas de regresar, está atascadisimo, le gente se pone muy intensa y hace mucho calor, estuvimos un rato y nos fuimos a Oasis que es más natural. Nos tocó ver el show de las vestidas: Edith Marquez, Juanga y por supuesto Amanda Miguel, que es buenisima (el imitador) tiene una mímica muy chistosa, me puso muy de buenas. Al final cuando íbamos saliendo de Oasis, salieron las vestidas que se iban juntas en un taxi y Juan le grito a Amanda Miguel: Amanda te amo. Lo grito fuerte y a media calle. Increíble que él haya hecho eso. No estaba borracho. Le hice burla toda la noche.
El sábado fuimos al centro, íbamos a ir a la exposición de Bellas Artes pero había demasiada gente y decidimos ir al Palacio de Cultura Banamex que está en el Palacio de Iturbide. Al principio pensé que sería una exposición X. Dentro había mucha seguridad, lo cual me extraño. Empezamos la exposición con los paisajistas, hubo un cuadro que me encanto es de Eugenio Landesio y se llama La Hacienda de Colón. Cabe decir que Landesio -italiano- es uno de los creadores del paisajismo en México, fue maestro de la primera generación de paisajistas, incluido Velasco.
El cuadro es hermoso, es un paisaje, una hacienda con una técnica impresionante, un juego de luces que le da una textura palpable, pero más allá de la técnica que es perfecta tiene muchos factores que lo hacen un cuadro lleno de vida, el primero es una caída de agua -de un acueducto- está en primer plano y por el movimiento del ague llena de vida todo el cuadro, el segundo factor son dos grupos de personas, el primero numeroso -que parece una familia reunida como para contarse todos los acontecimientos del día que cae- y el segundo -dos trabajadores uno anciano y un adolescente, el adolescente está hincado como amontonando algo en el suelo y el anciano está sentado sobre un muro contándole algo, el adolescente sin dejar de hacer su actividad inclina la cabeza hacía al anciano como sorprendido por algo que le está contando- por esos tres detalles el cuadro se convirtió en uno de mis favoritos. Lleno de vida, capturando un momento único que a pesar de estar atrapado por un instante permanece siempre en movimiento por la vitalidad creadora del artista. En el cuadro de Landesio estuvimos como veinte minutos, en los cuales siempre estuvimos sorprendidos por algún detalle que lo hacía crecer más en riqueza estética.
Seguimos por la exposición y cuando llegamos al área de siglo XX todo cobro sentido -la seguridad excesiva por ejemplo- al vernos rodeados de cuadros de Orozco, Tamayo, Kahlo, Rivera, Carrington y un largo etc.
En otro blog hablaré de unos cuadros de Tamayo y Orozco que también me sorprendieron.
Tienen que ir a la exposición que estará disponible hasta septiembre, como dato curioso agregó que está es la misma exposición que hace unos años se vio en el escandalo, todo sucedió cuando City Group compró Banamex, como nueva propietaria de la compañía a City Group también le pertenecía el acervo y se empezó a especular que las obras ya habían sido llevadas fuera del país.
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