Mañana en el Cairo el presidente de EUA, Barack Obama pronunciará un discurso para el mundo árabe, este discurso sin duda pondrá a prueba el gobierno del presidente americano quién tendrá que comunicar un mensaje de unidad que logre calmar las tensas relaciones que vive su país con el mundo musulmán.
El discurso de mañana medirá la capacidad de Obama para traer sino la paz, al menos la esperanza de un dialogo sin agresiones y sin más muertes. En la agenda de Obama está detener la campaña armamentista de Irán, intermediar un dialogo equitativo entre Isráel y Palestina y sobre todo construir un puente poderoso que sea capaz de sostener las diferencias entre occidente y oriente.
La labor de mañana es la de un estadista, la de un verdadero líder, en su mensaje de mañana Barack Obama tendrá que ser humilde, tendrá que aceptar las intromisiones lastimosas que su país a emprendido en contra de los países musulmanes, tendrá que mostrarse abierto y dispuesto a encontrar en nuestras diferencias esos puntos que logren que los dos mundos puedan vivir en paz, unidos pero sin intromisiones ofensivas. Mañana las palabras de Obama lo medirán ante la historia, su discurso lo catapultará al olimpo de los grandes hombres o lo unirá a la lista de todos los que no han comprendido que el conflicto de Oriente con Occidente está hecho de intolerancia, intereses económicos, imposición y una gran incapacidad por no aceptar lo diferente.
Atl Mendarte.
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