lunes, 11 de mayo de 2009

Thinking¡¡¡

El complot.

Nicolas Alvarado es uno de mis personajes favoritos de la tv y las letras mexicanas. En su programa la Dichosa Palabra hace gala de su alto conocimiento intelectual, que aunque a veces parece ocioso es sin duda de mayor profundidad.

El 8 de Mayo en el Universal publicó una columna en donde dió su opinión sobre el virus de la influenza y el carácter de complot que muchos le han imputado. Con sarcasmo bien empleado se burla de está situación y más aun le trata de dar una explicación a ese impulso de convertir en complot todo lo que sale de nuestro entendimiento.

Sin duda esta ha sido una de las columnas, que sobre la influenza se han escrito, que más me ha gustado. Aquí la explicación de Alvarado:


Rebusco en mi biblioteca y doy con un volumen notable, titulado justamente Conspiraciones y firmado por Julio Patán, que ofrece una explicación psicosocial harto plausible. Imaginarse víctima de una conspiración, aventura Patán, es “terrible, sí, pero también tranquilizador y, por qué no, cómodo […] Una teoría de la conspiración es retorcidamente consoladora, porque en ella cualquier forma de incertidumbre es sustituida por la mancha incuestionada de una lógica operativa de validez universal, una lógica sin cuarteaduras, perversa, pero que sirve también para librarnos de responsabilidades, individuales y colectivas.”

¿Necesitamos entonces una conspiración? A ver si nos satisface ésta: ¿no será éste un complot de la naturaleza, conciliábulo de virus y bacterias para la destrucción? En su Sexual Personae, la polémica Camille Paglia describe a Madre Natura como “un avispero supurante de agresión y devastación”. Y yo, que sé que los humanos somos también naturales, le doy la razón.

No hay comentarios: